Pienso que Venezuela arrastra un gran KARMA GENÉTICO, consecuencia de las acciones y legado de nuestros antepasados, a fin de cuentas nosotros no fuimos colonizados, sino conquistados, conquistados por la escoria, porque las embarcaciones que atracaron en la pequeña Venecia, venían repletas desde la proa hasta la popa, pasando por el carajo, de lo peor: asesinos, violadores, ladrones… Ellos ultrajaron a nuestras indígenas, se mezclaron y la descendencia heredó todo cuanto hubiera de malo en ellos, transmitiéndolo de generación en generación; Además profanaron sus creencias y costumbres ¡Su cultura fue sesgada! les privaron de su derecho natural e irrevocable de “Ser” a su manera, sembraron en sus mentes ideologías , destruyendo su tradición, imponiendo incluso nuevas creencias deístas y teístas y con ellas sus estrategias respectivas para acercarse a Dios, no al de ellos, a los nuevos que tuvieron que aceptar sin derecho a réplica. Dicen que nuestros indígenas eran sangrientos, ¿Cómo no iban a serlo? Les tocó defender con sus vidas su territorio, ¡Para nada! porque al final triunfó la codicia, las almas sucias que desecharon otros países y vinieron a parar en nuestro paraíso… Toda esa carga genética la llevamos nosotros, por eso somos una sociedad tan podrida, por eso vivimos esta condena tortuosa, estamos pagando por la sangre sucia que recorre nuestras venas ¡Somos nuestros propios verdugos!; basta con voltear a los lados, para toparse a cada minuto con ignorantes, mentirosos, estafadores, hipócritas, soberbios, miserables, delincuentes, gente vil, cruel, egoístas ¡Todos por vocación! llevamos (Sí, todos estamos en el mismo saco) inconscientemente en nuestros genes el desamor a Venezuela y quien no ama, no es nadie ni nada logra.
#ANDIOR
Es un pasado que nos marca, en efecto. De los españoles heredamos el hecho de sentirnos propietarios de lo ajeno, de conquistar destruyendo, de pasarse por encima de lejanas leyes o leyes que inventaban para pasárselas por la faja y muchos otros etcéteras. Quienes poblaban estas tierras, después de la guerra perdida (y quienes llegaron a ella después de haber perdido su condición de hombres en el continente africano), resistieron volviéndose mañosos, perezosos, taimados, “vivos”, pasando por debajo de leyes que no eran las suyas. Es un pesado pasado, un bagaje atávico que seguiremos llevando, creo, aún muchos siglos.
Desde el hermano país, un saludo colombiano, y buenos vientos para esta bitácora donde veo mucha frescura y buena onda.
Gracias por seguir mi tajalápiz
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¡Gracias por tus comentarios y buenas energías! Y si , estás en lo cierto, a esta deuda que tenemos con la historia, aún le falta mucho para ser saldada. Saludos desde Mérida, a 4 horas de Colombia 😉
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Por desgracia a veces nos comportamos como los unos y a veces como los otros y otras tantas hacemos un mix de ambos!
Hace 4 días pasé por los cielos de esos Andes venezolanos que deberían serme muy familiares y que sueño con conocer…
Animos y mucha suerte
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