Extrañarte a ti es una nueva manera de extrañar… No pretendo ser Ave de paso, tampoco postergar vuelos; con el mismo impulso, con las mismas ganas, me avoco y te invoco ¡Oh Salve Inocencia! para que seamos una misma ruta, sin escalafones de Husos Horarios, ni erigir cadalsos a los kilómetros que por ahora nos separan, tan sólo tú, yo, y mis mañas, en el mismo sofá, compartiendo omnipresentes el silencio y las palabras, protagonistas de un eterno sound track, bailando al ritmo que nos de la gana, y que se mueran de envidia todas las canciones, y que se muerdan los labios todas la manzanas.