Venezuela es un aquelarre de gritos silenciosos,
una legión de incautas distopías,
el Edén es un pupilo ante las maravillas de este país poderoso,
con escudos de cartón,
espadas de aluminio,
yelmos que cobran vida,
la Liga de la Justicia no es una ilusión,
hay héroes sin capas en casa esquina,
no hay diferencias entre longevidad e infancia,
todos clamamos el mismo sueño de soberanía,
la libertad es un feto que crece en el vientre de la esperanza,
un solo pueblo, una misma raza,
nuestro desahucio hace eco,
en los oídos de la tiranía,
no es más valiente quien usa un arma,
sino el que resiste desnudo el impacto de un proyectil;
Y aún heridos el alma aguarda,
la pobreza es voluntad,
un río seco es sed de paz,
un campo en sangre es un diluvio sin arca,
¡Aquí se salva el que aguanta!
Venezuela
PANDEMIA
En Venezuela se desató una pandemia de corazones sin reparo,
de miradas que delatan hambre,
hambre de sosiego y libertad,
una estructurada cadena con eslabones perdidos,
de presunta tristeza disfrazada de azafata en vuelos de esperanza,
lágrimas venerables,
que devienen de ausencias en su mayoría insalvables.
¡Las heráldicas estrellas son pecados capitales!
El tricolor es vinotinto porque se ha convertido en un dispensador de sangre.
RETROSPECTIVA DE 366 OPORTUNIDADES.
PARTICIPÉ por primera vez en un CONCURSO NACIONAL de poesía, no quedé entre los finalistas, pero no importa participar me hizo feliz y fue una experiencia que me llenó y me motivó a seguir escribiendo, algunos no entienden el trasfondo de este poema, se trata de las 366 oportunidades del 2016, 366 días porque fue bisiesto y el caótico acontecer, lamento que no hayan emociones positivas, pero así es mi país una diatriba de tristes momentos.
Este es el poema:
RETROSPECTIVA DE 366 OPORTUNIDADES.
La fe es una gata en celo que se prostituye por los aleros,
Aleros huérfanos de estrellas, abrazados por la neblina,
Neblina que ahoga el llanto de quien no tiene tiempo para tristeza,
Tristeza que se evapora y se aferra a una ilusión,
Ilusión que pide a gritos no se confunda con fantasía,
Fantasía que sólo existe en el vacío del ignorante,
Ignorante que se apabulla con testimonios de un erudito,
Erudito que se vanagloria con el efecto de la palabra,
Palabra que es ultrajada por los infames de la codicia,
Codicia que se corona con los laureles del tricolor,
Tricolor que se enarbola en las esquinas de la pobreza,
Pobreza que es la lactante de una pandemia de nacimientos,
Nacimientos que se reciben en los pasillos de la penumbra,
Penumbra que acompaña el día a día de un celador,
Celador que se esconde a la inminencia de una lápida y flor,
Flor que se marchita y se sustituye por el olvido,
Olvido, como la causa de muerte de aquel longevo en el corredor,
Corredor que no da abasto para la hilera de la limosna
Limosna que se reparte sin juicio y sin amor,
Amor mal encausado que lisonjea al indigno,
Indigno como el barrote que corrompe el discernimiento,
Discernimiento desaparecido del diccionario del honor,
Honor que escasea en los anaqueles de la justicia,
Justicia que se va de fiesta cuando la aclama algún servidor,
Servidor que manipula lo infalible de lo mediático,
Mediático como cualquiera que carece de atención,
Atención que nunca llega a la velocidad de una sirena,
Sirena que espanta angustias y es cómplice de un detractor,
Detractor que se hace héroe antes los ojos de sus amigos,
Amigos que son virtuales, por sus sueños corroídos,
Corroídos como los huesos expuestos ante la dermis,
Dermis amarillenta, exhausta y deshidratada,
Deshidratada como la tierra que ya no quiere dar fruto,
Fruto que es utopía para el insano prejuicio,
Prejuicio apañado a los leones de un circo,
Circo en el que es fácil ser un payaso babuino,
Babuino que no es un insulto para la evolución darwiniana,
Darwin que no predijo la distopía marciana,
Marcianas, marcianos, hostiles y faustos,
Faustos manjares que ya no están en la mesa,
Mesa desdichada donde la familia no reza,
Reza tanto el amante por impedir del adiós la crudeza,
Crudeza la de un hijo en el último beso a su madre,
Madre que ruega vuelva un día a su lecho,
Lecho que no aguarda por el regreso de nadie.
CAPÍTULO 109 «2017» -Venezuela y su NO independencia-
CAPITULO 96 «2017» -74 años de Le Petit Prince-
«Yo no debía hacerle caso nunca hay que hacer caso a las flores, basta con mirarlas y olerlas. Mi flor embalsamaba el planeta, pero yo no sabía gozar con eso.» Le Petit Prince
Hoy hace 74 años ese Príncipe ingenuo de un planeta lejano, que no era otra cosa que su propia vida y sus ganas de aprender y comprender al universo y sus habitantes, haciendo preguntas que se dan por hechas y parecen no interesar a nadie, pero que en el fondo son la esencia de la existencia misma, este inocente empezó a cambiar la perspectiva del amor, de las flores, los sombreros, las estrellas, los corderos, los zorros y las boas…
Pero en un lugar lejano de su galaxia (aqui) aún muchos no han comprendido o no han querido hacerlo, que la rosa es Venezuela: nuestro amor, nuestro orgullo, herido en todo el alcance de la palabra, ¡Única entre tantas! , tan hermosa que embalsamaba a la Tierra y no sabíamos disfrutarlo, aún no sabemos, pero justo ahora los Baobabs (nueva raza: Comu- un-nazi) nos impiden ver lo maravilloso de esta mujer y se avocan en convertirnos a todos en activos volcanes de constante erupción, ahora todos corderos atrapados en cajas, que en el sempiterno tobogán que nos hace “un peu difficile” la búsqueda soluciones creativas, hacemos daño a quienes nos rodean, sin querer.
Los zorros se han marchado, y a la distancia de la luz que marca la diferencia de husos horarios no es mucho lo que puedan hacer, solo escuchar nuestros problemas ¡como buenos zorros! Pero su discernimiento está copado por la realidad que nosotros los “no habitantes” de esos lugares, también merecemos ¡Pero no es culpa de ellos! solo tuvieron un poco de suerte, pero por ser especiales, su felicidad de alguna manera es nuestra.
En este capítulo de la historia, aquí seguimos los herederos de este reinado, disputando la corona, todos un poco príncipes, pero les recuerdo : más corderos; sin saber aún domesticar nuestra rosa, por eso se marchita, sus espinas son sólo recordatorios, de todo el fanal que carece, aún faltan las consecuencias, no se crean que “c’est la fin”, en estos momentos apenas somos testigos de la caída de sus pétalos, pero aún la conservamos, para bien o mal, aún sigue ahí, postrada ante la espera de lo que parece su inminente pérdida ; y se imaginan : No tenerla como ahora y sentir sus pinchazos, sino de verdad sin ella, darle la espalda a la fértil y amada que nos vio nacer, crecer, arrullarnos en sus brazos, la que nos dio la teta, a tantos a la vez ¿Qué sería de nosotros sin nuestra rosa, Venezuela?
Mientras hayan tantos faroleros trabajando servilmente por las razones equivocadas para los avariciosos cerdos … ¡Perdón eso es de Rebelión en la Granja!, pero ya ven Orwell y Exúpery nos cuentan la misma historia con diferentes palabras, no se si ya es por falta de cordura o exceso de imaginación, pero a veces creo que todos los libros del mundo son una profecía de nuestro país.
¡Quiero que todos seamos “Aviador”!
CAPÍTULO 68 “2017” (Otro pendiente)
Venezuela se ha convertido (para mi) en el país de no tener amigos con quién tomar café. Por la ausencia de ambos; en estos de lluvia, cuando se tiene tanto tiempo sin ocupar, las ganas que a veces es necesidad, y volteas y no hay nadie, es cuando brillantes, verdugas, irreductibles, saludan la nostalgia y la soledad…
#ANDIOR
CAPITULO 64 «2017» #A4AñosDeTuSiembra «comandante». – No apto para dolientes Chavistas-
CAPÍTULO 60 “2017” (Gloria… igual, retroactivo)
Gloria a Pachamama, a Shiva y a la humanidad, esta última, que ha sido destructiva ahora y siempre, por los siglos, de los siglos ¡RAMEN!
Acabaron los “Días festivos” de disfrazarse de vaqueros (¡Tan ridículos que se ven! Les da pena usar una ruana, pero exhiben orgullosos una camisa a cuadros, botas y un sombrero) y de disfrutar entre vítores y aplausos, los últimos estertores de vida de un animal que por haber nacido macho, grande y con cachos, le toca ser alimento y bufón.
Insisto: la humanidad es el gueto más inhumano.
CAPÍTULO 50 «2017» (2da Parte)
#ANDIOR
CAPÍTULO 49 «2017»
Al fin y al cabo estamos y existimos para un sólo fin, la única y sempiterna razón de alimentar nuestro ego, tan alejado de la justicia, la humildad y la virtud, pero tan cerca de la anhelada libertad, soltar las cadenas que nos condenan al yugo del prejuicio, pero a su vez la jaula limítrofe entre la cordura y la locura, la armadura oxidada de nuestra dualidad, la batalla perdida que nunca cesa y que contra pronósticos adversos nos mantiene de pie, crueles y desalmados frente a nosotros mismos, con yelmo y escudo frente a los demás; así somos de incongruentes, pero astutos y fortuitos, que ante lo desconocido sólo deseamos respuestas, voluntarias, sin preguntar.