RETROSPECTIVA DE 366 OPORTUNIDADES.

PARTICIPÉ por primera vez en un CONCURSO NACIONAL de poesía, no quedé entre los finalistas, pero no importa participar me hizo feliz y fue una experiencia que me llenó y me motivó a seguir escribiendo, algunos no entienden el trasfondo de este poema, se trata de las 366 oportunidades del 2016, 366 días porque fue bisiesto y el caótico acontecer, lamento que no hayan emociones positivas, pero así es mi país una diatriba de tristes momentos.

Este es el poema:

RETROSPECTIVA DE 366 OPORTUNIDADES.

La fe es una gata en celo que se prostituye por los aleros,
Aleros huérfanos de estrellas, abrazados por la neblina,
Neblina que ahoga el llanto de quien no tiene tiempo para tristeza,
Tristeza que se evapora y se aferra a una ilusión,
Ilusión que pide a gritos no se confunda con fantasía,
Fantasía que sólo existe en el vacío del ignorante,
Ignorante que se apabulla con testimonios de un erudito,
Erudito que se vanagloria con el efecto de la palabra,
Palabra que es ultrajada por los infames de la codicia,
Codicia que se corona con los laureles del tricolor,
Tricolor que se enarbola en las esquinas de la pobreza,
Pobreza que es la lactante de una pandemia de nacimientos,
Nacimientos que se reciben en los pasillos de la penumbra,
Penumbra que acompaña el día a día de un celador,
Celador que se esconde a la inminencia de una lápida y flor,
Flor que se marchita y se sustituye por el olvido,
Olvido, como la causa de muerte de aquel longevo en el corredor,
Corredor que no da abasto para la hilera de la limosna
Limosna que se reparte sin juicio y sin amor,
Amor mal encausado que lisonjea al indigno,
Indigno como el barrote que corrompe el discernimiento,
Discernimiento desaparecido del diccionario del honor,
Honor que escasea en los anaqueles de la justicia,
Justicia que se va de fiesta cuando la aclama algún servidor,
Servidor que manipula lo infalible de lo mediático,
Mediático como cualquiera que carece de atención,
Atención que nunca llega a la velocidad de una sirena,
Sirena que espanta angustias y es cómplice de un detractor,
Detractor que se hace héroe antes los ojos de sus amigos,
Amigos que son virtuales, por sus sueños corroídos,
Corroídos como los huesos expuestos ante la dermis,
Dermis amarillenta, exhausta y deshidratada,
Deshidratada como la tierra que ya no quiere dar fruto,
Fruto que es utopía para el insano prejuicio,
Prejuicio apañado a los leones de un circo,
Circo en el que es fácil ser un payaso babuino,
Babuino que no es un insulto para la evolución darwiniana,
Darwin que no predijo la distopía marciana,
Marcianas, marcianos, hostiles y faustos,
Faustos manjares que ya no están en la mesa,
Mesa desdichada donde la familia no reza,
Reza tanto el amante por impedir del adiós la crudeza,
Crudeza la de un hijo en el último beso a su madre,
Madre que ruega vuelva un día a su lecho,
Lecho que no aguarda por el regreso de nadie.

#ANDIOR

CAPÍTULO 79 «2017»

ESTA SEMANA SOY: Acción, energía, pasión, sonrisa, fuerza, paciencia, optimismo, luz, dulzura, suavidad, bondad, justicia, ternura, rojo, fuego, globo de helio, perfume, abrigo, gata, profundidad, horizonte, calor, sol, luna, estrella, mariposa, manzana verde, paz, salud, prosperidad y amor.

#ANDIOR

CAPÍTULO 73 «2017» (DEUDA)

Las mujeres de ahora venimos con sistema de auto riego; nosotras solitas nos echamos agüita, amor propio le llaman algunas, otras le apodan «elección», lo cierto es que si no lo hacemos nos secamos; se ha perdido esa costumbre longeva (tan bonita) del cortejo y el detalle: la flores, las cartas, las palabras dulces, la sorpresa; sistemas de riego tan fáciles pero tan complejos, antes los hombres andaban a caballo, recorrían distancias, enviaban poemas con algún emisario, ahora que todos estamos más cerca, nadie tiene tiempo ¡ironía! muchos esperan el «momento perfecto» obviando que no existen tal perfección y que la espera si bien es un aliciente, cuando no se motiva, resulta ser una muerte lenta.
#ANDIOR

CAPITULO 72 «2017» (Deuda)

Por ahí dicen que el interés que se nota y el desinterés mucho más; a esta altura de la existencia no estamos para cosas a medias, merecemos TODO completo. Entonces no miradas por el rabillo del ojo, sino de esas profundas que te arrancan el alma en un suspiro, no besos simples de «Hola que tal!, sino de colores, sabores e intención evidente, no un «yo también» sino manifestaciones voluntarias con iniciativa, no «algún día o muy pronto» sino fecha, hora y lugar, no un «luego», sino un AHORA, incluso no un pasado, ni un futuro, sino un Presente; porque lo que va por el carril de la constancia, las ganas y la voluntad, llega lejos.

#ANDIOR

CAPÍTULO 61 “2017”

La impuntualidad es una realidad a pesar de Ana…
¡Nací llegando tarde! Al punto de casi ser declarada muerta cuando apenas culminaba la ajetreada labor de atravesar el agujero negro galáxico que separa al impúdico orgasmo, de la bendición de la vida. Así fue, muriendo por retrasarme, así comenzó la historia de quien se lee entre líneas de estos, para muchos, absurdos capítulos; después de más de 24 horas viajando por aquel túnel uterino, un miércoles, del primer día del décimo mes, a las 11 matutinas horas, por fin aparecí, cuando la cita era para el 25 del mes anterior, o por ahí… ¡Impuntual desde entonces! Y como dice la tradición o esa creencia popular: sí te levantas con el pie derecho todo sale bien, la primera canción que escuchas determina tu día, lo primero que haces en el año marca pauta para el resto, así mismo ocurre con el primer día de vida, si llegué tarde era de esperar que nuevamente sucedería, no es mi intención, es una condena karmática, que estoy aboliendo: ¡Llego bien a la hora, pero no a los momentos! y si hablamos de personas, tengo la pared llena de medallas y diplomas honoríficos, por llegar años luz después de presumir ser grandes oportunidades, sin embargo he decidido aceptar esos vestigios de fugaces instantes a sabiendas que 5 minutos antes, un par de horas, 1 día, 2 meses, algunos años, todo hubiese resultado perfecto, a fin de cuentas cuando ocurre aún puede serlo, pero es necesario reinventarse: construir puentes, máquinas de tiempo, trasladadores y ejercer la espeluznante profesión de la Paciencia ¡Es un arte! ¡Es ironía! es como si por todo el tiempo que me demoré, ahora a mí me toca esperar….
¡Que imprudente mi impuntualidad! de haberlo sabido hubiese nacido por cesárea…
PD. Esto va directo al buzón de Sugerencias y Reclamos de la Cigüeña en París y la Coll Mágica Escandinava.…
#ANDIOR

CAPÍTULO 57 “2017” (Retroactivo + Bono)

Después de que la vida nos patea (Es decir uno o varios hombres antes que ustedes), nosotras las mujeres, florecitas hermosas ¡Nos marchitamos! y sin querer nos salen espinas, que usamos de manera automática, a veces desmedida pero sin querer, como defensa cada vez que sentimos una amenaza (por pequeñita que parezca), Instinto de supervivencia, le llaman; también miedo, y ¿Por qué no? Inseguridad: Temida, malversada e incomprendida palabra.
¡No es fácil tratar a una mujer marchita! quien lo intente seguramente se topará con espinas, espinas a las cuales apodarán: locas, celópatas, intensas, sensibles, lloronas, caprichosas, maniáticas, psicópatas, intolerantes, descontroladas… incluso inventarán nuevos adjetivos, que usarán mofándose, acompañándole con un “¡Mujer que no jode, es hombre!” o “¡Seguro tiene la regla!” como si ser hombres concediera la divinidad de lo perfecto o si estar en “nuestros días” fuese una fatalidad, gracias a eso ustedes pueden hacer hogar por 9 meses en nuestros úteros, para luego ser expulsados al mundo en un salto de fe a través de nuestras vaginas, todo empieza, continúa y se mantiene en esa pequeña fosa, pero es otro tema… Lo cierto es que no es nuestra culpa habernos marchitado ¡O quizá sí!, sin intenciones de victimizarnos, pero así somos, ¡Así quedamos! sensibles, contaminadas por maltratos: nos han arrancado pétalos, nos han cortado tallos, nos han dejado secas y sin luz para nuestra fotosíntesis… ¡Total que somos un reto! Deben rescatarnos, limpiar la maleza que ha crecido al rededor, regarnos, ponernos al sol, cuidarnos, hacer que recobremos vida y una vez logrado, mantenerlo… no somos las mejores mujeres, ni las más perfectas, ni siquiera las más bonitas, somos las más complejas, las más volubles, las del caparazón duro de roer, las de la burbujita de cristal, las del escudo firme en mano izquierda, ¡Claro que es para espantarse! a la mayoría les gustan las cosas fáciles, lo sumiso, lo manipulable, entonces no se arriesgan, para dicha o desventura nuestra es un filtro natural; pero BENDITOS LOS HOMBRES que asumen con paciencia y todo el valor que se requiere para tratar a mujeres así , aquellos dispuestos a liberarnos de las espinas, aquellos curiosos y valientes que desean vernos a su disposición (Cuerpo y alma) y trabajan para obtenerlo, a sabiendas que al tomarnos seremos su única flor ( domesticada, como dice Saint-Exupéry), ¡Si, la única! pero seremos tan reales, tan genuinas, tan sinceras, TAN FLOR, que bastaremos para convertir sus vidas en un Edén.

#ANDIOR

CAPÍTULO 56 “2017” (Retroactivo de varias páginas en blanco…)

No sé si lo que diré a continuación suene lógico o si sea prudente, pero tal como la mayoría de las cosas que hago que parecen carecer de sentido al principio, sacrifico un inicio feliz a cambio de vivir sonriendo el resto de mis días; ¡No! No se trata de desear un “Final feliz” de película o de libros, porque es algo que no quiero que acabe, los cuentos de hadas no tienen continuación, mueren ahí, en el punto y final del último párrafo, en cambio yo me refiero a la permanencia, trascendencia y evolución de las “cosas”, “causas” y “personas” es ese esfuerzo del que todos hablan y aseveran será recompensado; y yo, aunque no lo parezca soy una optimista elevada a su máxima potencia, reconozco que a veces evidencio frustración, torpeza y un vástago de tristeza desolada, pero supongo, o así quiero creerlo, que albergo una profunda sensibilidad a lo etéreo, soy incrédula pero en ocasiones de frágil sopor empiezo a conceder beneficios a la duda y ahí en ese momento, se abre paso ante mí la eternidad y con el mismo ímpetu, una fugaz alegría que me muestra el futuro y me alienta a esperar; Y yo, como soldado obediente, rol al que siempre le he huido, permanezco de pie, en vigilia, descubriendo en el horizonte cada nuevo amanecer, y haciendo porras de mi pequeña victoria ¡Un día más, es un día menos!

#ANDIOR

CAPÍTULO 54 «2017» (Retroactivo)

La Duda: Silenciosa, traicionera, manipuladora; La solterona más antagónica de las virtudes, siempre anda sola, pues por incrédula construye muros antibalas (antimentiras), ¡Es hermética! nadie entra a su burbujita de trocitos de cristal y era de esperar que a nadie invita a tomar café; es la vecina a la que los pequeños y viejos del barrio temen tocar su puerta, la que desde el balcón vigila hasta a la más astuta paloma, anda despeinada, viste siempre de pijama y calcetas rotas y lo más importante, parece ser bipolar y absurda, pero irónicamente muchas veces tiene la razón y gana, sobre todo Gana.

Esta sería la más común de sus descripciones, sin embargo, es la duda el principio de la sabiduría, pues quien aclama para si la certeza, se declara ignorante ante el horizonte de posibilidades y remotas «verdades» que se pierden a los ojos de un espectador necio, conformista y cobarde.

¡No soy sabia! me encuentro a años luz de serlo, pero comprendo que admitir en mi un ápice de discernimiento es empezar un camino cuyo retorno sería trágico, nadie que avance un poco en la empinada cuesta de su evolución personal tiene derecho a retroceder, debería incluso ser penado con torturas, para así procurar que no exista nunca detrimento humano y de ser así considerar seriamente un castigo que se tilde injusto para ejercer rigor en la decisión de ser mejores personas.

Entonces ¿Para que sirve la duda? La duda es como la utopía que describe Galeano, sirve para avanzar, también podría ser una especie de Horrocrux, donde pisa la duda, la tuya, la mía, la nuestra, queda aferrada a ese momento inmaterial una parte de nuestra alma, se divide en fragmentos en su mejor intento de permanecer inmortal en un mundo crédulos; también sirve para evadir el dolor de un verdad fortuita y creernos cómplices de ella, y así sea más llevadero el luto que vanamente le guardemos a una mentira, una decepción, o por si se les ocurre morir a ambas; de eso trata, de hacernos fuertes como niños, tontos pero capaces, obtusos con causa, conscientes, libres y ¿Sabios?.

#ANDIOR